Desde tiempos antiguos se
sostenía que la administración de la familia descansaba en tres clases de
poder: 1. señor de los esclavos, 2. esposo sobre la mujer; y 3. del padre sobre
los hijos (Aristóteles), manteniéndose esta tradición intacta hasta nuestros
días, en especial sobre la relación de hombres y mujeres, abarcando en especial
las relaciones de poder y manteniéndose vigente en nuestra sociedad, atravesando
fronteras sociales, históricas, territoriales y simbólicas.
Existe una relación muy cercana
entre patriarcado y colonialismo, dado que el efecto del colonialismo ha
desembocado en una serie de reivindicaciones de derechos que promovieron y
exigieron una serie de propuestas o medidas por parte del estado.
Un ejemplo de estas
reivindicaciones se dio en la lucha por la vida y por la dignidad en los años
90`s alcanzándose una serie de reformas cristalizadas posteriormente en la Asamblea
Constituyente, que al final visibilizó una Bolivia heterogénea, múltiple y
diversa. En ese sentido las mujeres lograron constituir consensos enfocada en
la Nueva Constitución Política del Estado - NCPE, incorporando un lenguaje y
una identidad diferenciada de hombre y mujer que garantiza los derechos de las
mujeres: libertad de culto e independencia del estado con la religión, también destacando
la equidad de género, la no discriminación principalmente.
Se introdujo una de las primeras
propuestas de este tipo con el eslogan; “No hay descolonización sin
despatriarcalizacion (Mujeres creando)” misma que fue recogida por actores
estatales como el Viceministerio de Descolonización, posteriormente se creó la
Unidad de Despatriarcalizacion, enfocando conceptualizaciones y políticas de
despatriarcalizacion.
Al inicio se promovió políticas
orientadas a favorecer la situación de las mujeres, sin embargo; se ha cambiado
sistemáticamente las mismas con un enfoque de igualdad de oportunidades como
por ejemplo: una política enfocada a las mujeres y que ahora cambia de título a
la de igualdad de oportunidades y se confunde también como la de ceremonias de
matrimonios colectivos y la de interrupción medico de los embarazos.
El patriarcado es un sistema predominantemente
masculino no siendo un sistema subordinado o como efecto del colonialismo y
debe ser entendido como tal para convertirlo en un lugar común para construir
un campo político de acción conjunta destinado a liberar a la sociedad en su
conjunto y no solo a las mujeres. Por otra parte el colonialismo subyace a la construcción
del Estado Boliviano y al ser nacional ninguna persona que habita este
territorio puede alejarse de este contenido ni ser indemne a sus defectos de
dominio y explotación aun quienes ausenten el poder y se sirven de este sistema
de dominación para conservar su predominio dentro de territorio están fuera de
esta conciencia colonizada que los coloque en posición de subordinación frente
a la representación de la superioridad del otro.
Bibliografía
Ybarnegaray, J. (2012). (p. 143).
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